14. Fermín Cabal
En
los inicios de su trayectoria, durante los años setenta, Fermín Cabal actúa
vinculado a grupos de teatro independiente como “Goliardos” y, sobre todo,
“Tábano”, por lo que su labor individual como dramaturgo apenas alcanza
repercusión. En diversas ocasiones, Cabal ha manifestado sentirse miembro de
una “generación” distinta a la de los autores del llamado “Nuevo Teatro
Español”; una generación nacida a la autoría en tiempos de libertad, cuya obra
no está impregnada de la estética y los temas de los tiempos de lucha contra el
franquismo. En una entrevista realizada por José Luis Alonso de Santos, Cabal
afirmaba:
De pronto, nosotros somos ahora, y eso
tiene que ver con lo del cambio generacional, somos los primeros que hemos
empezado a disfrutar de esa libertad que ha sido arrancada al pasado, y nuestra
generación tiene esa sensación clarísima de que hemos conquistado esas parcelas
de libertad. En ese sentido somos una generación ofensiva, rupturista,
y optimista bajo el punto de vista del cambio. Hemos visto que es posible, que
ha sido posible hasta cierto punto
[1]
.
La
actitud de este autor ante la idea del posibilismo es mucho menos combativa de la que mantenían los autores realistas, aunque ya
no se trate de posibilismo ante la censura,
sino ante cualquier otro obstáculo que impida que sus obras se estrenen. Así,
por ejemplo, declaraba haber escrito tres finales distintos para su texto Tú estás loco, Briones:
[...] en mi obra moría el protagonista
al final, pero los actores se oponían y, después de estar representándola
durante meses, un día vinieron y me dijeron: “Tienes que escribir otro final,
porque éste es pesimista, derrotista, y no nos gusta”. Y tuve que escribir otro
final porque me convencieron entre todos. Así que había dos finales, el mío y
el que pidieron los actores. En ese final el protagonista no moría. Ataban a
Briones a la cama en el hospital y acababa gritando: “¡Cabrones! ¡Soltadme!
¡Quiero salir!”. Y era un poco más positivo que el otro final.
[...] cuando hicimos la adaptación de
esta obra para la película [...] ninguno de estos dos finales le gustaron al
director; entonces escribimos otro en que Briones huía del hospital
psiquiátrico donde estaba recluido, con la monja, en una furgoneta del pan. Ese
es el que menos me gusta de todos
[2]
.
Aunque
no tuvo graves problemas con la censura de sus textos, en varias ocasiones se
encontró con impedimentos censores durante su trabajo con distintos grupos
independientes. Durante el “Festival Cero” de San Sebastián, el grupo Goliardos,
al que estuvo vinculado, fue acusado de posibilismo debido a que sus miembros se opusieron a la interrupción de las
representaciones
[3]
.
Ya en Tábano, Cabal se encargaba de la dramaturgia de los textos, con un papel
decisivo en algunos de ellos, como La
ópera de bandido, creación colectiva sobre la obra de John Gay, y Cambio de tercio, también
colectiva
[4]
.
Ambos están localizados en un pasado más o menos lejano (en la Inglaterra de
1728 y durante la dictadura de Primo de Rivera, respectivamente), lo que
permitía una crítica solapada al momento presente.
En
su libro sobre el autor, Santolaria narra una
anécdota relacionada con la censura: Cabal pudo acceder a toda una serie de
libros prohibidos gracias a un compañero de clase cuyo padre era censor. Así
pudo leer a Unamuno, Baroja, García Lorca, Valle-Inclán, Sánchez Ferlosio, Aldecoa, etc., los cuales despertaron su interés por
un realismo que ha configurado su producción
[5]
.
14.1. Valoración de su obra
por los censores
Los
reparos de los censores hacia los textos de este autor van a ser mínimos. A la
vista de los expedientes, no parece que Cabal tuviera problemas graves con la
censura. Tampoco son especialmente significativos los comentarios hacia la
calidad de estas obras, ni vamos a encontrar críticas hacia su intención
política ni de ningún otro tipo.
14.2. Obras sometidas a
censura
En
el fichero del Archivo únicamente constan como presentadas a censura una
adaptación de La cacatúa verde de Arthur Schnitlzer, en 1973, y su
obra Tú estas loco, Briones, ya
cuando la censura está a punto de desaparecer, en marzo de 1978. Aunque también
consta como presentada la obra infantil El
cisne (creada para Tábano, aunque inédita y sin estrenar), su fecha es
posterior a la desaparición de la censura. También se estrena en estos años la
obra colectiva Cambio de tercio, en
la Sala Villarroel de Barcelona (1976), en cuya
escritura colabora Cabal, aunque no fue presentada a censura con su nombre.
Según
se indica en la ficha del autor, Tú estás loco, Briones se autorizó
en marzo de 1978, poco después de haber sido presentada a censura, según se
deduce de su número de expediente. En este caso, únicamente se conserva el
libreto censurado, que no tiene tachaduras. Cuando se estrenó en la Sala Cadarso de Madrid en octubre de ese año, la crítica lo
saludó como un nuevo teatro comprometido que se alejaba de los moldes
habituales durante la dictadura, tanto en el intento de huir del esquematismo
como en la ausencia de claves y alegorías. Manuel Gómez Ortiz señalaba que no
había “tesis lineal, ni un dibujo cuadriculado y tendencioso del personaje,
sino que se le pinta con todas sus contradicciones”, opinión con la que
coincidía Enrique Llovet, quien, tomando partido
claramente por este tipo de teatro, escribía: “Es muy importante este abandono
de las linealidades y esquematismos que tanto daño han hecho a muchas
propuestas de los independientes”. Por su parte, José Monleón señalaba que el autor incorporaba aquí “un lenguaje político explícito,
sustituidas las viejas claves por la presencia de las palabras y los personajes
que antes sólo se insinuaban”
[6]
.
Además,
en el período anterior se había autorizado la versión de La cacatúa verde, de Arthur Schnitzler (1973) para mayores de 18 años, con visado de
carácter vinculante y varios cortes. A pesar de su lejanía temporal, F.
Martínez Ruiz mostró su prevención hacia una posible actualización de los
hechos que se relataban en la obra, por lo que solicitaba “un visado riguroso”.